lunes, 20 de junio de 2016

Somos tan importantes como nos quieran hacer creer

Una vez me dijeron que sin mi no hay yo, y esa frase me hizo caer en la cuenta de que quien más me necesita soy yo misma. Yo misma y nadie más.
Me parece tan divertida la manera en que pensáis que sois indispensables, pero que sin ti seguirá habiendo amaneceres, igual que sin mi habrá muchas más puestas de sol. Y aprender a valorar lo que uno supone para el resto es tan importante como saber que cada gramo de alegría que dependa de ti será un lastre en tu conciencia. Y cada lágrima que consigas hacer brotar será un peso en tu pecho.
Claro que importamos, no estoy diciendo lo contrario, no me malinterpreteis. Y dependemos unos de otros, en eso se basan las relaciones humanas. Pero por eso mismo, porque somos personas, somos efímeros, y antes o después vamos a desaparecer. Para siempre, por un rato o de manera indefinida, pero entramos y salimos, muchas veces sin hacer ruido, pero siempre con la intención clara de alejarnos. Tenemos la suerte de que duramos más que las flores, o que las moscas. Y esa durabilidad nos da la posibilidad de hacer cosas grandes, tan grandes como descubrir una vacuna o matar a miles de personas. Y ahí es donde está el fallo. No somos conscientes de lo poco que importamos como ser pero de lo mucho que importa lo que decidamos hacer. Y diréis no todo detalle es importante, pero si, hay que medir cada palabra con regla, como si de un plano se tratase, porque nunca sabes lo que otros pueden entender.

Somos tan importantes como nos quieran hacer creer.