jueves, 1 de octubre de 2015

¿Duele?

Dolor es no alcanzar tu sueño por unas milésimas. Dejar escapar lo que quieres por orgullo. Por pereza. Dolor es entender y no ser entendido. Romperte y que nadie recoja tus pedazos. Ni se inmute. Dolor es lo contrario de amor. Amor propio. Amor de otros. Dolor es querer y no poder. Tener y no dar. Ni una pizca. Dolor es luchar y perder. Dejarse el alma y no conseguir. Romperse. Dolor es llorar por nada. Por todo. O por nadie. 
Pero si siento dolor es porque estoy viva. Porque lucho por mis sueños aunque no los consiga. Porque entiendo el dolor ajeno y lo comparto, aunque no lo sufra. Siento dolor porque aunque me quiera, a veces se me olvida, y tengo que recordármelo. Porque aunque no pueda, sigo queriendo, y lo haré siempre. Porque lloro por las cosas que merecen la pena, y sobretodo, la alegría.
Que el dolor es pasajero, pero la lección permanente. Y con esto no digo que vaya a dejar de soñar (¡Dios me libre!). No voy a dejar de romperme, pero siempre me recompondré, y sí, lo haré sola. No voy a dejar de quererme y de quererte. Nunca dejaré de intentarlo, ni de querer lograr aquello que otros dicen que es imposible. Y por supuesto no voy a dejar de llorar (seguramente explotaría si lo hiciera).
¿Que la vida duele? Ya. Pero tengo tiritas de sobra y estoy preparada para mil rozaduras más.

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