miércoles, 25 de marzo de 2015

Definición de amor (parte 1)

El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (artístico, científico, filosófico, religioso). De manera habitual, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de actitudesemociones y experiencias. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto.
En español, la palabra amor abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico, y hasta la profunda devoción o unidad del amor religioso. En este último terreno, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado del alma o de la mente, identificada en algunas religiones con Dios mismo o con la fuerza que mantiene unido el universo.
Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es uno de los temas más frecuentes en las artes creativas (cine, literatura, música).
Desde el punto de vista de la ciencia, lo que conocemos como amor parece ser un estado evolucionado del primitivo instinto de supervivencia, que mantenía a los seres humanos unidos y heroicos ante las amenazas y facilitaba la continuación de la especie mediante la reproducción.
La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad. El egoísmo suele estar relacionado con el cuerpo y el mundo material; el altruismo, con el alma y el mundo espiritual. Ambos son, según la ciencia actual, expresiones de procesos cerebrales que la evolución proporcionó al ser humano; la idea del alma, o de algo parecido al alma, probablemente apareció hace entre un millón y varios cientos de miles de años.
A menudo, sucede que individuos, grupos humanos o empresas disfrazan su comportamiento egoísta de altruismo; es lo que conocemos como hipocresía, y encontramos numerosos ejemplos de dicho comportamiento en la publicidad. Recíprocamente, también puede ocurrir que, en un ambiente egoísta, un comportamiento altruista se disfrace de egoísmo: Oskar Schindler proporcionó un buen ejemplo.
A lo largo de la historia se han expresado, incluso en culturas sin ningún contacto conocido entre ellas, conceptos que, con algunas variaciones, incluyen la dualidad esencial del ser humano: lo femenino y lo masculino, el bien y el mal, el yin y el yang.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Hagamoslo todo al revés

Hagamoslo todo al revés, llamemos a la puerta al salir y no al entrar, abracemos a quien peor nos caiga y acostémonos lo más tarde posible teniendo que madrugar. 
Pintémonos los labios cuando no toque, salgamos a la calle sin peinar ni maquillar, abramos el zumo antes de agitarlo, sequémonos el pelo, y después metámonos en la ducha. 
Vamos a hacer lo que queramos, cuando queramos y como queramos.

Y simplemente me queda esperar, no tomarme las cosas tan a pecho y empezar a darme cuenta de que las cosas no van a cambiar para ser como yo quiero, soy yo la que tiene que dejar de darles tanta importancia y cambiar mi manera de tomarme las cosas.
Sin perder mi sensibilidad, por supuesto. Que aunque me lleve más disgustos que el resto, también aprecio más los pequeños detalles.
En definitiva, aceptar como soy y como es lo que me rodea, comprender que es muy difícil que cambie y aprender a compaginarlo para no vivir siempre triste.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Te pesan hasta las pestañas pero...

Te pesan hasta las pestañas. Tienes tanto sueño que parece casi imposible que te levantes. Y no sabes muy bien cómo, pero lo haces. ¿Horas de sueño de más? ¿de menos?
Siempre hacia delante, con el corazón bien levantado y la cabeza latiendo fuerte ¿o era al revés? Los puños apretados, por si las moscas, y sin cerrar las puertas a nada ni a nadie. Es hora de coger la buena suerte y echarsela encima, para no pasar frio, que le den a los abrigos, qué sabran ellos de dar calor. Calor del bueno, del que se encuentra en los abrazos, las cosas bien hechas y los pequeños detalles.
Sabes transformar tus pequeños defectos en las mayores virtudes, porque aunque a ti no te gusten a alguien le encantarán. Tienes cientos de manias, obsesiones y cosas que no te apetece cambiar. Porque al fin y al cabo somos eso, un cúmulo de imperfecciones perfectamente imperfecto. Y nos encanta. A quién no le gusta disfrutar de las imperfecciones de otros, conviertiendolas en cosas buenas, perfectas, y enamorándose de cada una de ellas. Lo de tenerse, tocarse y saborearse pasa a un segundo plano cuando lo principal son las imperfecciones que hacen a alguien perfecto.
La vida no nos trata mal, somos nosotros solos, que nos exigimos cosas imposibles hasta para superman. Admitámoslo, somos pequeños, vulnerables e inseguros, y a mucha honra.
Claro que estaría bien quedarse en la cama y no salir nunca, las sábanas nos protegen hasta de los monstruos más horribles. Aunque yo no sé tú, pero no estoy dispuesta a perderme la diversión de salir de la cama y mancharme entera de barro luchando contra ellos. Nadie puede vencer tus monstruos por ti, tal vez alejarlos, pero nunca acabará con ellos.
No sé, ¿te apuntas? Tengo unas ganas de comerme el mundo colgadas en el armario que me sobran, puedo prestártelas.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Mejor que nunca sepas qué escribir

Decirle a alguien que llevas tiempo si saber qué escribir, porque las palabras no te salen si no estás rota -porque así es, cada palabra es una lágrima y si no hay lágrima, no hay palabra. Cada texto es un grito de socorro, pero si no hay necesidad de chillar no hay texto- y que te responda con un "en ese caso, mejor que nunca sepas qué escribir". 


PD: Chicos, chicas, parece que mi inspiración a decidido tomarse unas vacaciones (de nuevo). No sé si es por la cantidad de cosas que tengo (y quiero) hacer, o simplemente por que duermo menos de lo que debería. Solamente sé que yo escribo para desahogarme, y no tener ningún motivo por el cual escribir es algo bueno (¿no?). En cualquier caso, que alguien te diga eso, significa muchísimo.(Y ojalá nunca sepa qué escribir.)